sábado, 8 de abril de 2017
CAPITULO 46 (CUARTA HISTORIA)
Antes de un evento siempre había cierta electricidad en el aire, pensó Pedro, pero esta electricidad era distinta, casi impactaba en la piel. Maca, la fotógrafa, había confiado su boda a su ayudante, había trabajado con ella y ahora esta iba sacando instantáneas mientras la familia de Sebastian llegaba y el bullicio aumentaba.
Observó a Paula moviéndose entre ellos, ofreciendo bebidas, agachándose para hablar con los niños. Al cabo de muy poco la sala cobró vida por el movimiento de tanta gente. Las flores (imaginó que serían un tímido preludio a los arreglos del día siguiente) perfumaban el aire.
Probó el champán y vio que Paula estaba hablando con el hombre que iba a recoger a los invitados al aeropuerto. Cuando se dirigía hacia ellos, Maca bajó volando por la escalera.
—¡No llego tarde! —exclamó riendo y buscando a Sebastian entre el gentío. Su sonrisa se volvió más luminosa—. Solo quería...
De repente, Pedro vio que le cambiaba la cara y, por un momento, el profundo asombro que detectó en ella le hizo cuestionarse si Paula no habría cometido un error.
Y entonces a Maca se le llenaron los ojos de lágrimas.
—¿Papá?
Jorge Elliot, guapo, encantador y testigo ausente de la mayor parte de la vida de su hija, caminó hacia ella con los brazos abiertos.
—Mi niña...
Maca corrió hacia él y hundió la cabeza en su hombro.
—Pensaba que no podrías venir.
—¿Tú crees que iba a perderme la boda de mi niña? —Jorge la sostuvo por los hombros y besó sus húmedas mejillas—. ¡Qué guapa estás!
—Papá. —Maca se apoyó en su hombro, vio a Paula y parpadeó para librarse de las lágrimas mascullando «gracias».
No ha sido un error, pensó Pedro, y tomando una segunda copa de champán fue a ofrecérsela.
—Buen trabajo, Piernas.
Paula aceptó la copa y se sacó un pañuelo del bolsillo para enjugarse las lágrimas.
—Me dedico a esto.
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Ayyyyyyy, qué lindo que haya venido el padre de Maca. Excelentes los 3 caps.
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