lunes, 13 de febrero de 2017

CAPITULO 43 (PRIMERA HISTORIA)






Pau entró en la mansión hecha una furia.


-¿Dónde estáis todas? -vociferó.


-¡Aquí, en la cocina! Te hemos llamado al móvil –grito Emma-. Ven.


-Cuando os cuente el día que he tenido, no os lo vais a creer. Primero me he tropezado con la ex de Pedro, muy sexy ella, en la sección de calzado de Nordstrom, y eso casi me estropea la inconfesable satisfacción de haber llamado a la grúa para que se llevara el coche de mi madre. ¿Por qué nadie se había molestado en decirme que es preciosa? -se quejó Pau mientras lanzaba su abrigo sobre un taburete-. Y por si fuera poco, además de aguantar a la sexy y seductora, con sus fabulosos zapatos de salón con la puntera abierta y su voz de Catwoman látigo en mano, me gasto sesenta pavos en una botella de vino como ofrenda de paz para Pedro y ochenta más en el supermercado para comprar esta porquería con la que hacerle la cena, ¿y sabéis con qué me encuentro cuando llego a su casa? ¿Sabéis qué ven mis ojos? Os diré lo que he visto. La he visto a ella. A ella con un suéter negro de cachemira escotado hasta aquí, con tanto encaje rosa por debajo que le estaba diciendo: «Anda y métete dentro, cariño». Y él allí plantado, ¡presentándonos a las dos!, rojo como un tomate y con aire atontado. »Y ahora esa lagarta se está bebiendo mi vino.


Carla alzó las manos al cielo.


-Espera un momento. ¿Pedro estaba con Corina, con su ex?


-¿Qué es lo que acabo de decir? ¿No me has oído? Y la lagarta le grita: <<Ay, cariño, entra en casa no vayas a pillar un resfriado». Solo que con una voz súper sexy. Él estaba cocinando. Lo he olido. Olía a pan quemado, vale, pero qué más da. O sea, ¿discutimos por una tontería y él se pone a preparar tostadas quemadas para esa y a servirle mi vino?


-No me imagino a Pedro cayendo en ese juego –dijo Emma sacudiendo la cabeza-. De ningún modo.


-Pero ella estaba allí, te lo aseguro, con su escote de encaje rosa.


-Pues haberle dado a Pedro una patada en el culo, otra patada a ella y haberte llevado el vino. -Laura se acercó a Pau para acariciarle cariñosamente la espalda-. Pero yo me inclino a pensar como Emma. Volvamos a la sección de calzado de Nordstrom. Lo primero es lo primero. Dinos, antes que nada, si has comprado algo.


-Sección de calzado, de Nordstrom. ¿Tú qué crees que va a pasar?


-Luego nos los enseñas. ¿Cómo sabías que era la ex de Pedro? ¿Te conocía ella?


-Iba con esa como-se-llame. La prima del novio de la boda del sábado. Me reconoció. Y las dos se pusieron a mirarme de arriba abajo, cosa que me sentó fatal. Como un tiro. Y la como-se-llame venga a reír y a decir que las dos deberíamos cambiar impresiones. Zorra subnormal.


-¿Y no crees que es extraño, una coincidencia que el mismo día te encuentres por la noche a esa mujer en casa de Pedro?-intervino Carla-. ¿A quién más le huele a chamusquina?


Laura y Emma levantaron la mano.


-Dios mío. -Disgustada, Pau se dejó caer sobre un taburete-. Me la ha jugado. Estaba paralizada, furiosa y... sí, celosa, tanto que no he entendido nada. De todos modos, ella no sabía que yo iría a su casa. Así que…


-Me parece que estaba asegurándose el tiro. La conozco un poco, ¿recuerdas que te lo comenté? -intervino Emma-. Y esa es de las que piensa: «Quiero lo que tú quieres, y sobre todo quiero lo que tú tienes». Seguro que fue a su casa para ver si podía quitártelo, y entonces...


-Va y le regalo una botella de vino. -Pau se llevó las manos a la cabeza-. Soy idiota.


-No. Lo que pasa es que no eres mezquina o calculadora como ella. Y Pedro tampoco -comentó Carla-. No estaba con ella, Pau. Ella estaba allí, nada más.


-Tienes razón. Tienes toda la razón. Y yo me marchó dándole pista libre. Pero él nos presentó.


-No supo controlar la situación, eso seguro -afirmo Carla-. ¿Qué quieres hacer?


-No lo sé. Esto es demasiado. Estoy agotada emocionalmente. Supongo que atiborrarme de helado y tragarme las penas.


-Podrías tomar caviar para celebrarlo.


Pau frunció el ceño sin apartar la vista de Carla.


-¿Celebrar qué? ¿Lo ridículas que son las relaciones?


-No, que Votos ha triunfado firmando el contrato para la boda de los Seaman. El trabajo es nuestro.


-Ah, ya... No, perdona, dame un minuto para cambiar el chip. -Pau se frotó la cara intentando calmar su rabia para poder saborear el triunfo-. ¿De verdad lo hemos conseguido?


-Lo hemos conseguido, y tenemos una botella de Cristal, el mejor champán francés, y huevas de beluga para demostrártelo. Estábamos esperándote para descorchar la botella.


-Qué día más raro. -Pau se presionó los ojos-. Ha sido un día terrible y extraño. ¿Y sabéis qué? Este es un modo fantástico de acabarlo. Sácale el tapón al amigo, Carla.


-Cuando el corcho salte, declaro oficialmente este despacho zona antidepresiones.


-Ya está -dijo Pau levantándose-. Me están entrando ganas de bailar. ¡Abre la botella!


Coincidiendo con el estallido inaugural, Pau soltó un grito de alegría.


-Por nosotras -declaró Carla alzando la copa-. Por las amigas del alma, por unas mujeres que son mas listas que el hambre.


Brindaron y bebieron. Paula pensó que podría superar cualquier cosa, cualquier percance, siempre y cuando tuviera a esas mujeres a su lado.





1 comentario:

  1. Uyyyyyyyyyy, qué bolonqui se armó. La que se le viene a Pedro. Muy buenos los 3 caps.

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